Después de muchos, pero que muchos años, he vuelto a coger la bici. Aprovechando el buen día que hacía por Madrid, he salido  a la Casa de Campo. Lo reconozco, he acabado fundido, pero me he sentido bien y espero mantener esta costumbre de aquí en adelante. Lo malo ha sido llegar a casa y no tener nada preparado para comer. No os describo el hambre que tenía, por no poner palabras mal sonantes en la web. Rápidamente he abierto la nevera, he visto lo que había y he preparado esta recetilla.

La preparación de este plato es realmente rápida. Lavamos el calabacín con piel incluida y lo cortamos en rodajas no demasiado gruesas. Las salpimentamos y las ponemos a fuego medio en una sartén con muy poco aceite. Disponemos las lascas de jamón en un plato y vamos colocando las rodajas de calabacín encima, según se vayan dorando. Reservamos.

Por otro lado hacemos la vinagreta. Echamos el aceite, vinagre de jerez, una pizca de sal, un poco de tomillo y una cucharadita de miel. Emulsionamos y dejamos reposar unos minutos para que "coja gusto". Vertemos la vinagreta de forma homogénea sobre el calabacín y el jamón. Es importante que degustéis esta receta con el calabacín aún caliente, por lo que os recomiendo que preparéis primero la vinagreta.