Un mes después de inaugurar esta sección, os traigo una nueva receta, que ya tocaba. Estas rosquillas son como unos mini donuts de chocolate. Os aseguro que están mucho más buenas que los de la famosa marca. Mirar en la foto que pinta tienen.

Vertemos en un bol los 2 huevos y los batimos con las varillas. Añadimos el azúcar y batimos hasta conseguir que la mezcla blanquee. Unimos a esta mezcla la ralladura de una naranja y movemos para que se mezcle bien.

Incluimos las 4 cucharadas de aceite y volvemos a mezclar. A continuación, en un recipiente a parte, juntamos toda la harina con la levadura y una pizca de sal. Todos estos ingredientes secos, los añadimos a la mezcla del bol, tamizando con un colador para evitar posibles grumos. Empezamos a trabajar la mezcla con una cuchara. Tenemos que conseguir que la mezcla nos quede como una masa blanda, que no se pegue a las manos pero se pueda moldear fácilmente. Si se os pega, le podéis añadir más harina, pero con cuidado de no pasaros.

Una vez conseguida la masa, vais cogiendo porciones y hacéis unas bolitas, le metéis un dedo por el centro hasta agujerar. Os ponéis el agujero en el dedo y dais vueltas con él. La rosquilla os saldrá sola. En una sartén, calentad aceite a fuego medio y echar las rosquillas con cuidado de que no se os quemen. Vais a ver como se hinchan enseguida. Las sacamos a una bandeja con un papel de cocina para que pierdan el aceite sobrante.

Por otro lado, echamos el chocolate en un cazo y lo fundimos al baño maría, trabajándolo con una cuchara de madera. Dejarlo atemperar un poco, antes de cubrir las rosquillas. Yo he preferido cubrirlas solo por su parte superior.

Aquí os dejo una secuencia de fotos del proceso en general, que espero os sirva de ayuda.