Aquí estoy apurando el último día de vacaciones de la Semana Santa. La verdad es que siempre comemos de la misma forma los filetes rusos en casa. Así que estaba decidido a buscar alternativas. La que os traigo hoy me ha resultado muy buena y muy fácil de hacer. 

Primero preparamos los filetes. Echamos un bol la carne picada, los huevos, ajo y perejil picados fino, miga de pan mojada en leche y desmenuzada, sal y pimienta negra molida al gusto y removemos enérgicamente hasta que se mezcle todo bien. Reservamos, dejando macerar el conjunto.

Picamos las cebollas en juliana fina, al igual que las zanahorias, que las picaremos en rodajas finas también. Reservamos ambos ingredientes.

Vamos haciendo bolas con la carne, que luego aplastaremos para obtener los filetes. Dichos filetes los cubriremos con un poco de harina por ambas caras, para posteriormente freírlos en la sartén con aceite. Debemos de freírlos poco tiempo para que no se sequen. Básicamente los doraremos por fuera. Después los sacamos y reservamos.

En ese mismo aceite (si es necesario se añade más), freímos la cebolla primero y después añadimos la zanahoria. Cuando se hayan pochado, añadimos el vaso de vino, de agua, laurel, tomillo y pimienta en grano. Le damos un hervor e incorporamos los filetes en la sartén, dejándolo 15 minutos el conjunto. ¡De rechupete!